Ya bien entrados en confinamiento, con más de 40 días de encierro, las parejas están viviendo un enorme desafío:
Organizar las tareas de casa, con el home office de uno o de los dos cuidadores y el cuidado de un o una pequeña demandante con mamitis.
Más difícil aún, si hay un niño más grande con demandas escolares.
¡Es probable que ya haya habido una crisis!
Hay muchas parejas como la tuya. Saber esto puede que no sea consuelo, sin embargo, si te dará la sensación de que no estás solo. ¡Ni estás enloqueciendo!
Es humano y esperable.
Aquí algunas sugerencias de reorganización:
1. Hablar de la sensación de cada uno, validar, llegar a acuerdos.
Un café, tequila, té nocturno, vinito… o espacio de llegar a acuerdos con tu pareja. Para hablar de cómo se siente cada uno, las dificultades que están enfrentando, la voluntad de inventar un nuevo contexto.
2. Cuida mucho, evitar juzgar al otro, señalar, culpabilizar.
El orígen de la tensión es del contexto inédito que estamos viviendo a nivel mundial. Es probable que parejas de Asia, Europa, Latinoamérica… estén viviendo una situación muy similar. No está por demás recuperar el sentido de nuestras acciones hacia la familia.
3. Bajar expectativas.
Queremos ser madres perfectas, guapas, tener la casa impecable, cumplir con el trabajo, los niños bien nutridos, muy entretenidos… Queremos ser padres perfectos, proveedores, buenos padres, buenas parejas…. ¿A qué amo sirve esta esclavitud?
Una de las grandes enseñanzas de este confinamiento, es que no pasa nada, si la casa está menos limpia, si los niños se aburren. ¡Bien por ellos! Adquirirán una habilidad para la vida, la autosuficiencia y la resiliencia.
4. Reinventar el día.
Con creatividad y actitud de juego, rediseñar los horarios, de tal forma que sea viable cumplirlos.
Si ambos tienen la oportunidad de hacer home office, se puede trabajar por horarios en un calendario, bloqueando espacios de cada uno de la pareja, cuando sean compromisos que no se puedan mover. En esos espacios bloqueados, la pareja puede asumir el cuidado de los hijos y la supervisión de actividades, mientras la otra persona se concentra.
Si analizas, puede haber flexibilidad en el formato de home office, lo cual, con voluntad, permitiría conciliar bloques de horas asignados. Quizá implique robarle un poco de horas al sueño, pero con la tranquilidad de que se cumplen las tareas principales y que se está llegando a acuerdos.
Partiendo del supuesto que es igual de importante el trabajo de uno, como del otro. Considera las horas como piezas movibles de acuerdo a las necesidades.
5. Rutina de los niños.
En esta reinvención del calendario, incluyan una reestructura de la rutina cotidiana para los niños. Puede ser diferente a lo que han venido viviendo. Piensen con mentalidad creativa e inspirándose en momentos que han generado conflicto.
Asegúrate de incluir en la rutina nueva, pequeños deberes de los niños como poner la mesa, regar las plantas, actividades de autosuficiencia, preparar la comida. Les va a dejar mucho aprendizaje.
Evita la sobre protección, nunca es buena, y ahora, mucho menos. Asegúrate de incluir cosas nuevas como, movimiento, baile en familia, diversión, guerra de almohadas, si son más grandes, escondidillas, etc.
Las preguntas para estas actividades son muy básicas:
¿Cómo nos podemos organizar en tiempo?
¿Cómo incluimos a los niños?
Una vez diseñada, comunícalo a los niños. Puede ser con un calendario gráfico.
Este calendario tendrá incluidos, los horarios importantes de home office de cada uno, y en donde se exprese que papá o mamá necesitan concentración. De manera lúdica puedes montar un home office para los niños, como alternativa. No es garantía, pero ayuda.
6. Etapa de mamitis (de 8 meses a 3 años).
¡Gran gran desafío! A pesar de que estás en casa y no te vas, de igual manera pueden angustiarse si no pueden acudir a ti y su demanda se incrementa mucho. Recuerda como aceptaban que salieras de casa mediante un aviso, sabiendo que regresarías. En este caso es similar la estrategia. Avisos, avisos, avisos… Mamá o papá tienen que trabajar en su home office y es importante que se concentren. ¿Me ayudas?
Puedes jugar con tus bloques, dados, libros… Puedes incluir la imagen de mamá en home office. De verdad los niños entienden si le aseguras que lo necesitas y que habrá otro momento para estar y convivir.
7. Planea y cumple un horario en el que estés disponible.
Esto quiere decir, de verdad disponible. Con celular en modo avión, intentando jugar y relajarte. No enseñar nada académico, sino apapachar y divertirse, simplemente estar.
El mensaje es:
“Si me necesitas aquí estoy, si estás triste o estresado aquí estoy, planeamos un rato a las 4 de la tarde, cuando el reloj diga.”
Este tiempo de atención concentrada, con todos tus sentidos, cuerpo y alma, no tiene que ser muy largo y si conviene que sea anticipado. En la medida en la que cumples el estar de verdad disponible, van cargando gasolina para permitirte hacer tus tareas. Para muchas familias, el trabajo es de limpieza y cocina. Ojo, es igual de importante.
Y tanto hombres como mujeres pueden colaborar. Los niños aprenderán grandes lecciones…
8 .¿Home school?
Las escuelas también necesitan repensar el home school. El aprendizaje del confinamiento es mucho más importante que los contenidos académicos. Las maestras están batallando mucho, los niños están agotados, y ¡las mamás y los papás también! No somos maestros con entrenamiento didáctico y de pronto estamos acompañando tareas infinitas, sin metodología, si podemos hacer las cosas más sencillas.
¿Cuál es el curriculum del confinamiento? ¿Cuál es el perfil de egreso?
¡La humanización, la resiliencia!
¿Qué aprendemos?
A compartir, a posponer la gratificación, a tener capacidad de espera, a negociar, a compartir, a ceder.
¿Qué asignatura académica puede ser más importante que esta?
El mundo nos está confrontando y el tsunami de la pandemia, nos revela de frente las prioridades educativas.
Nos estábamos equivocando al inculcar la competencia, el interés individual sobre lo colectivo, al aprendizaje de memoria, al ponderar lo cognitivo sobre lo verdaderamente humano. Influye en tu escuela, escribe, sé empático con los maestros. No lo están pasando bien. Los niños te observan e interiorizan tu actitud.
Te invitamos a leer más artículos relevantes sobre temas de crianza en nuestro blog.
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