Es un cuento que ha servido particularmente a los niños y niñas que pasan por una enfermedad, lesión corporal de ellos o de familiares, o una pérdida: Dándoles esperanzas de sanación. Además de estimular la imaginación, a la hora de visualizar las escenas en las cuales Capufas está invisible, habla de la metáfora de la lucha, la perseverancia y la posibilidad de volver a aparecer, más grande y más madura. Tiene que ver con el acto de crecer y también con la relación que existe entre la salud y el estado anímico. El cuento sirve tanto a niñas como a niños. (Así como a personas mayores.)