10 de mayo de 2021 / por Alberto Sotomayor / Fuente: BID

Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo reseñó en su Blog Primeros Pasos – Desarrollo Infantil, el caso de éxito de los Kits JUEGAA, en cuya planeación participó nuestra fundadora, Ana Serrano.

Leer nota completa en el Blog del BID

El alto costo del COVID-19 para la primera infancia nos lleva a buscar alternativas para seguir estimulando a los niños. El juego es una buena opción.

Al menos 40 millones de niños de todo el mundo han dejado de recibir atención, nutrición adecuada, opciones de aprendizaje y estimulación debido al cierre de los centros de educación temprana y las estancias de cuidado infantil durante la pandemia. Esto podría generar una grave crisis en el aprendizaje y la atención de los niños que atraviesan la primera infancia. Equivale a tirar por la borda potencialidades irrepetibles para desarrollar las habilidades cognitivas, emocionales, afectivas y sociales; asumir los altos costos económicos para los países, sin mencionar los impactos desfavorables para sus familias, cuidadores y entorno comunitario.

A este escenario desolador hay que agregar que las opciones emergentes de educación a distancia que la mayoría de los gobiernos adoptaron, han agudizado la desigualdad, y el acceso a los recursos de aprendizaje para los hijos de las familias más desfavorecidas. Al menos dos de cada tres estudiantes de preescolar no pueden acceder a ella.

El caso de México

En México, la educación inicial es obligatoria desde 2019, por lo que únicamente 1 de cada 10 niños menores de 3 años asiste a algún programa de cuidado o educación inicial. Esto demuestra que, sumando la pandemia, el reto descansa fundamentalmente en el rol de los padres y cuidadores primarios. Dada las circunstancias, su rol se ve deteriorado por problemas de salud mental y estrés tóxico al contar con limitados conocimientos y habilidades en prácticas de salud, alimentación, así como en métodos de crianza, estimulación y aprendizaje temprano.

Ante la preocupación y la urgencia de actuar inmediatamente para enfrentar este panorama adverso, se diseñó “Kit JUEGAA”, una herramienta para promover el juego y aprendizaje, fortalecer las relaciones familiares y mitigar los efectos del estrés tóxico.

¿Qué son los Kits JUEGGA?

Por iniciativa  del Pacto por la Primera Infancia, que posibilitó el trabajo coordinado entre diversas organizaciones de la sociedad civil (Fundaciones FEMSA, GENTERA y COPPEL, Ate con Queso, Un Kilo de Ayuda, Proyecto DEI, Todos aprendemos y Enseña por México), se diseñó y financió una intervención de emergencia para proteger el desarrollo de niñas y niños menores de 6 años, cuyas familias sufren altos niveles de estrés, producto de la pandemia, el distanciamiento social y la precariedad económica.

El objetivo de la intervención fue promover el juego, el aprendizaje y la autorregulación en niñas y niños menores de 6 años y sus cuidadores primarios, mediante la entrega de los Kits JUEGAA durante la pandemia. El Kit JUEGAA contiene 2 posters con información útil relativa a la contención emocional, ideas de juego, promoción de higiene y actividad física; una pelota anti estrés; una masita para moldear; un libro; un bloc de dibujo; un paquete de 6 crayolas no tóxicas y un oso de tela.

Los elementos del KIT se diseñaron para promover que niñas y niños menores de 6 años interactúen de manera permanente con sus cuidadores a través del juego, la lectura y la expresión artística. Estas interacciones favorecen el aprendizaje, el desarrollo de nuevas habilidades, liberan la ansiedad y el estrés, mientras que apoyan el fortalecimiento del vínculos con sus cuidadores.

Para su entrega, se logró una alianza con el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) que contribuye al desarrollo infantil temprano. Esta agencia genera e implementa modelos educativos alternativos al modelo de enseñanza tradicional, tendientes a combatir el rezago en la educación inicial y básica. Las implementación se lleva a cabo en lugares donde no es posible contar con un servicio educativo regular y permanente, como consecuencia de la alta marginación de las localidades, donde no llega la televisión, la radio ni el Internet. Lás prácticas se dan bajo un novedoso modelo de aprendizaje que promueve la participación y organización de las propias comunidades mediante recursos y prácticas educativas acordes a sus necesidades y características específicas.

Esta alianza permitió la entrega directa de 30 mil Kits JUEGAA a familias con niñas y niños menores de 6 años en comunidades de alta marginación del Estado de México. Adicionalmente, se planteó la necesidad de conocer el impacto efectivo de la intervención, por lo que se llevó a cabo una evaluación.

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